La trayectoria del grupo Santana Cazorla, una empresa con gran relevancia en el sector de la construcción que jugó un papel crucial en el auge turístico de Canarias durante la década de los 80, parece estar llegando a su fin. La discrepancia entre los hermanos Santiago y Manuel, junto con una creciente carga de deudas, ha llevado al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Las Palmas de Gran Canaria a decidir abrir la fase de liquidación para la compañía matriz, rechazando al mismo tiempo el convenio destinado a rescatar su filial hotelera. Este proceso de liquidación implica la venta de activos con el objetivo de obtener liquidez y saldar aproximadamente 280 millones de euros que adeudan a sus diversos acreedores, entre los que se encuentran entidades bancarias, la Agencia Tributaria, la Seguridad Social, así como el Gobierno de Canarias, según indica Canarias7. Sin embargo, aún existe la opción de que las partes afectadas presenten recursos al respecto.